La negligencia médica se produce cuando un profesional sanitario incumple su deber de asistencia, con resultado de lesiones o muerte. Estos errores pueden ser quirúrgicos, de diagnóstico o de medicación. La negligencia médica es mucho más común de lo que la mayoría de los pacientes creen, y el resultado puede ser devastador cuando le ocurre a usted o a un ser querido.
Por supuesto, no todo encuentro negativo con un profesional médico constituye negligencia médica. Un abogado con experiencia en negligencia médica en Miami puede ayudarle a determinar si tiene un caso viable. Estas son algunas situaciones comunes que pueden constituir negligencia médica.
1. Diagnóstico erróneo
Imagínese una situación en la que usted lleva rápidamente a su ser querido al hospital debido a síntomas preocupantes de fiebre, dificultad para respirar y tos. En cuestión de minutos, el médico le diagnostica rápidamente neumonía sin realizar un examen exhaustivo ni las pruebas habituales. Dos días después, su ser querido ingresa en la UCI en estado crítico. Otras pruebas revelan que el diagnóstico correcto era una embolia pulmonar.
Esta situación, y otras similares, son frecuentes en los casos de negligencia médica. Es comprensible que un médico omita un diagnóstico. Sin embargo, se convierte en negligencia médica si es negligente u omite un diagnóstico que cualquier médico con su nivel de formación debería haber sido capaz de diagnosticar.
2. Diagnóstico tardío
El retraso en el diagnóstico difiere del diagnóstico erróneo porque este tipo sólo se aplica cuando el médico tarda horas, días o semanas en diagnosticar una enfermedad. A veces, estos retrasos pueden hacer que la enfermedad avance más, provocando más mala salud. Los casos de diagnóstico tardío pueden ser difíciles de probar. Un abogado debe demostrar que su estado habría mejorado física y económicamente si el médico hubiera empezado antes el tratamiento. Su abogado también tendrá que demostrar que el profesional médico debería haber podido llegar antes al diagnóstico si se hubiera atenido a un nivel de atención estándar.
3. Errores quirúrgicos
Una negligencia médica durante una intervención quirúrgica simple o compleja puede causar graves daños a un paciente. A menos que el equipo quirúrgico proporcione una atención médica excepcional, podrían producirse los siguientes errores:
- Dañar los órganos internos.
- Operar en la parte del cuerpo equivocada.
- Dejar algo dentro del cuerpo del paciente.
- No utilizar los procedimientos sanitarios adecuados.
4. Infección hospitalaria
Aunque el hospital es el lugar más seguro cuando se está gravemente enfermo, también puede ser el lugar donde se contrae una infección hospitalaria. Por ejemplo, puede contraer una infección hospitalaria cuando el personal sanitario ignora protocolos como el uso de mascarillas y el lavado de manos. Además, el hecho de que el hospital no garantice unas condiciones sanitarias excelentes puede provocar infecciones resistentes a los medicamentos.
5. Errores de medicación
Tomar la dosis incorrecta de un medicamento, el medicamento equivocado o no recibir el medicamento adecuado puede causarle daños a usted o a un ser querido. Los errores de medicación pueden producirse de las siguientes maneras:
- Un error en la forma en que una enfermera o un médico administran los medicamentos.
- Un error al escribir la receta.
- Un error cuando los farmacéuticos rellenan la receta.
- Mal funcionamiento del equipo que provoca un error en la administración del medicamento.
6. Lesiones durante el parto
Las lesiones en el parto se producen durante el trabajo de parto e inmediatamente después del parto. Los recién nacidos necesitan los máximos cuidados, y si una comadrona, médico o enfermera no tiene cuidado, pueden sufrir fácilmente lesiones que alteren su vida. Algunos ejemplos de posibles errores que pueden producirse son:
- Falta de suministro de oxígeno o suministro inadecuado.
- No identificar y tratar las complicaciones durante el embarazo o el parto.
- Uso inadecuado de las herramientas de parto.
- No realizar una cesárea cuando se dan las condiciones estándar.
7. Errores de anestesia
La anestesia durante las intervenciones tiene sus riesgos. Pero los errores cometidos por negligencia durante este proceso pueden provocar parálisis, daños cerebrales, lesiones permanentes o incluso la muerte. Los anestesistas o enfermeros anestesistas pueden provocar errores de las siguientes maneras:
- Uso excesivo o insuficiente de anestesia.
- Intubación incorrecta.
- Fallo del equipo.
- Control deficiente de las constantes vitales del paciente.
8. Diagnóstico erróneo del cáncer
Un reciente estudio del Instituto Nacional de la Salud reveló que el 46% de los casos de cáncer en atención primaria no se diagnostican. Esto ocurre más a menudo con el cáncer de próstata, colorrectal, de mama y de pulmón. El 76% de estos diagnósticos erróneos se debieron a errores de juicio clínico. Es decir, el médico tardó en solicitar una prueba diagnóstica (51%) o no consultó o derivó al paciente a tiempo (37%).
9. Úlceras por presión
Las úlceras por presión se producen cuando un profesional médico deja a un paciente inmóvil en la misma posición durante demasiado tiempo. Cualquier paciente con úlceras por presión indica un cuidado inadecuado o negligencia. Estos casos suelen darse en residencias de ancianos y en algunos hospitales. Si no se proporciona atención médica tras descubrirlas, las úlceras por presión pueden infectarse y causar graves complicaciones de salud.
10. Errores dentales
Los dentistas no están exentos de incidentes de negligencia médica. De hecho, algunos errores dentales pueden causar daños permanentes en los nervios, provocando entumecimiento facial u hormigueo. Otros errores que a veces cometen los dentistas y los cirujanos orales son:
- Extraer el diente equivocado.
- Aplicación incorrecta de implantes dentales.
- Infección debida a una mala esterilización.
- Plan de tratamiento equivocado.
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