A medida que avanza la tecnología, nuestras normas jurídicas quedan rápidamente desfasadas. Ahora, quizá más que nunca, los cambios tecnológicos están teniendo enormes repercusiones en la legislación sobre lesiones personales. Los accidentes de ayer son causados por la tecnología de mañana. Veamos algunos ejemplos; en primer lugar, los accidentes automovilísticos en los que están implicados coches que se conducen solos. La National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) tuvo que deliberar con Google para entender dónde recaería la responsabilidad si uno de sus coches autoconducidos Waymo tuviera un accidente. La NHTSA identifica al coche como el conductor en los vehículos autoconducidos, aunque hubiera un conductor en el coche. Sin embargo, la cuestión de la responsabilidad no se queda ahí. Los vehículos autónomos se basan en datos visuales para conducir, por lo que algo como una señalización vial deficiente podría provocar técnicamente que se estrellaran. En tal caso, el Estado también podría tener alguna responsabilidad en el accidente por falta de mantenimiento de las vías públicas. Además, es importante conocer no sólo al fabricante del coche, sino también al desarrollador de su software. En general, hay al menos cuatro partes que pueden ser consideradas responsables o negligentes si un coche automatizado causa un accidente o una lesión. Puede consultar nuestro artículo anterior sobre accidentes de coches autoconducidos para obtener más información al respecto.
Más sobre sistemas de autoconducción y responsabilidad
Las lesiones también pueden deberse a la tecnología que llevamos encima. Quizá el mejor ejemplo de los últimos años: la explosión de un teléfono Samsung. Quizá recuerdes que hace un par de años, Samsung lanzó el Galaxy Note 7 y se vio obligada a retirarlo del mercado. La retirada se produjo después de que los teléfonos comenzaran a arder espontáneamente y muchos de los que tenían el teléfono recibieran reemplazos que luego hicieron lo mismo. El teléfono inteligente de Samsung hizo que al menos un hombre tuviera que ir al hospital por lesiones por inhalación de humo después de que su teléfono de reemplazo estallara en llamas mientras dormía junto a él. Una niña también resultó herida por uno de los teléfonos y un vuelo de Southwest tuvo que ser evacuado cuando uno de los dispositivos de Samsung llenó la cabina de humo. Esto fue suficiente para que el teléfono fuera prohibido en los aviones a nivel internacional. Samsung tuvo que hacer frente a una serie de demandas por lesiones personales tras la miríada de accidentes que causó su teléfono.
En ambos casos, la tecnología que supuestamente debería ayudarnos nos está perjudicando claramente. Ahora, los accidentes y las lesiones son causados con la misma facilidad por nuestras propias máquinas que por otras personas. La realidad es que la tecnología está cambiando nuestra forma de ver las lesiones personales. Nuestro bufete de abogados se dedica a ayudar a nuestros clientes a recuperar el dinero por los accidentes y lesiones. Mientras que la tecnología podría cambiar cómo lo hacemos, no va a cambiar lo que hacemos.
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